Evo Morales, ex presidente de Bolivia, ha anunciado el refuerzo de su seguridad en la región del Trópico de Cochabamba, tras los rumores sobre una posible detención relacionada con un caso de trata de personas y estupro. Morales, quien se encuentra en la zona desde finales de septiembre, está bajo la protección de sus seguidores de distintas regiones del país, quienes se han movilizado para reforzar su seguridad.
El caso judicial de Evo Morales
Desde que se emitió una orden de captura por una investigación que lo acusa de estos delitos, la situación de Morales ha sido incierta. En octubre, el ex presidente no se presentó a la Fiscalía para su declaración, lo que llevó a una nueva orden de aprehensión que fue anulada por los abogados de Morales mediante una acción de libertad. A pesar de la incertidumbre sobre la vigencia de la orden de captura, el Ministerio Público formalizó la imputación contra Morales a finales de diciembre, y se emitió una alerta migratoria, así como una citación para que se presente a una audiencia de medidas cautelares el 14 de enero en Tarija.
Refuerzos de seguridad y movilización de seguidores
Ante la amenaza de una detención, Morales expresó su agradecimiento a los seguidores que viajaron desde seis departamentos del país para reforzar su custodia, formando un «anillo de seguridad» en el Trópico de Cochabamba, según el viceministro de Régimen del Interior. Morales destacó la solidaridad de sus partidarios y agradeció su apoyo. Además, algunos de sus seguidores, como el diputado Gualberto Arispe, lanzaron amenazas de muerte a quienes intenten ejecutar la detención.
Imputación por trata de personas y estupro
El caso que involucra a Morales data de 2016, cuando se le acusa de haber embarazado a una menor de edad, de 15 años en ese momento, quien formaba parte de la organización juvenil del partido político «Generación Evo». Se investiga si la joven dio a luz a una niña que fue registrada como hija de Morales en el registro civil de Yacuiba, una ciudad fronteriza con Argentina. Además, los padres de la joven también están siendo investigados por su presunta complicidad en el caso.
Reacciones políticas y acusaciones de persecución
Desde que se conoció el caso, Morales y su entorno no han negado los hechos, pero han denunciado que se trata de una persecución política por parte del gobierno actual. A pesar de las acusaciones y la incertidumbre sobre la ejecución de la detención, Morales ha mantenido una postura firme en su región de base política y sindical, desafiando los intentos de los fiscales y autoridades por llevar a cabo la orden judicial.
La situación continúa generando tensión política en Bolivia, con amenazas de confrontación y un ambiente de creciente polarización.