Estados Unidos y Reino Unido impusieron el viernes sanciones adicionales al sector del petróleo y gas licuado de Rusia, consideradas las más significativas desde el inicio de la guerra en Ucrania.
Estas medidas buscan limitar los ingresos que financian la «máquina de guerra del Kremlin» y podrían costar a la economía rusa miles de millones de dólares mensualmente.
Se sancionaron a Gazprom Neft y Surgutneftegas, dos de los principales productores de petróleo en Rusia, que juntos generan más de un millón de barriles diarios, con un valor aproximado de 23.000 millones de dólares anuales.
A pesar de estas sanciones, se advirtió que podrían ser revocadas si Donald Trump asume la presidencia el 20 de enero.
Con información de medios internacionales